Una enfermedad de mujeres.

Una amiga de mi mujer le preguntó que enfermedad tenía yo. Ella le respondió que EM. La amiga se sorprendió y exclamo:

¡ Pero, ¿esa no es una enfermedad de mujeres? !.

No lo hizo con ninguna malicia, solo tenía esa creencia y en parte tiene razón porque afecta más a la mujer que al hombre. No se porque, pero solo me hizo falta ver las personas que estamos en la Fundación para darme cuenta de ello. Y no escucho ninguna estadística de Telediarios.

Pero, una vez obtenida esta certeza, también deberíamos decir otra tan obvia como la anterior: ellas son más fuertes, más preparadas, para aceptar la enfermedad que nosotros. Esa es mi opinión que, seguramente, muchos hombres rebatirán pero a ellos les hago esta reflexión:

En la Fundación hay un pequeño lugar de encuentro para que hablemos, nos contemos nuestros cosas, nuestros miedos y, porque no, nuestras esperanzas. Si entras y ves este pequeño rincón verás que, casi siempre, hay más hombres sentados que mujeres. Ellas, no es que estén mejor, simplemente tratan de estar más activas. Nosotros queremos que alguien escuche lo mal que lo estamos pasando, no se muy bien para que mal consuelo.

No se quien lee mis pensamientos. Seguramente no estarán de acuerdo en lo que escribo, si es hombre, pero tampoco lo escribo para discutir ni para que nos sirva de consuelo, a los hombres. Solo pretendo, humildemente, si lo lo lee alguno de ellos, y puede, que se levante y venga a hablar allá donde están las mujeres. El mundo que se les abrirá, entonces, no les hará olvidar la EM pero si compartirla de una manera muy diferente a la que están acostumbrados. En serio. Ellas deben saber más porque, según dicen las estadísticas, "es una enfermedad de mujeres".

• Mientras escribo esto, estoy escuchando: 19 días y 500 noches (Joaquín Sabina)