La maravilla de sus manos.




Hoy tengo un mal día. Así que he cerrado los ojos y he soñado.

Y mi sueño ha sido por un camino lleno de luces y ríos de una perfección que me maravillaban.
El silencio era tan atronador que hacia daño a los sentidos pero, al mismo tiempo, tan placentero que me dejaba guiar por él.

Miraba hacia arriba, hacia abajo y los colores inundaban mis ojos. Quería gritar algo y las palabras se arremolinaban en mi garganta, pero no conseguía proferir ninguna.

No sabría decir si me hallaba en un lugar de tierra, de mar, de fuego o si era simplemente el cielo. Eran tales las sensaciones que se agolpaban en mi que no podía describirlas.

Sentí miedo. Pero un miedo que era incapaz de definir de donde provenía. Me sentía solo, a la vez que rodeado por una multitud de no se muy bien que sensaciones.

Por momentos creí que me faltaba el aire, por momento creí que me faltaba la vida. Y comenzo apoderarse de mi una angustia que nunca antes había sentido. Era como si mi mente fuera quemandose poco a poco, mientras mi cuerpo se separaba de mi.

Pero, sucedió el milagro, unas manos me arrancaron del sueño. Me devolvieron a la realidad. Eran las manos que mas quiero en esta vida, y en las que puedan venir. Ellas me dieron, de nuevo, el calor de cada día, la templanza que necesito para seguir haciendo realidad mi sueño. Vivir junto a ella, día a día con solo una de sus miradas y con una caricia de sus manos.

No se si tenéis la suerte que yo tengo pero, creerme, por una caricia de sus manos no me importa despertar cada día y dar gracias de tenerla junto a mi. Le pase a la EM que le pese.
  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Samba pa ti (Santana).

Comentarios

Entradas populares