Bendita Esclerosis


-José, se va-, sonó la voz de ella dirigiéndose al responsable del departamento.

Este se levanto y vino hacia mi. Con la mano extendida comenzo a hablar.

-Ya sabes que hay que tener fuerza y ánimos, ahora todo el tiempo es tuyo, puedes emplearlo como quieras, pero no dejes de hacer cosas y .....

.... Y note que estaba sonriendo en mi interior, no estaba escuchando absolutamente nada de lo que aquel hombre me estaba intentando decir. Pero, eso si, parecía decirlo con un absoluto convencimiento de ello. Pobre, pensé, dejare que acabe sin interrumpirle parece que la hace ilusión esta pequeña charla.

Era el subdirector, creo porque lo conocí cuando era un... ( bueno nunca he sabido lo que era ) de la empresa en que había estado trabajando 36 años pero, eso el no lo sabia, me había desconectado algunos años. Me desconecte de la empresa cuando empecé a oír palabras como best practices, excelences, building team y cosas que nunca he entendido y ni siquiera me he preocupado si las escribo o no correctamente. En ese momento me desconecté, ya no era mi empresa como decimos los trabajadores sino la empresa en la que trabajaba. Y gracias, como lo escribo, a la Esclerosis me he desconectado del todo. Solo me llevo los amigos que ya tenia y que, espero, seguiré teniendo. Nada más. No quiero nada más de la empresa.

En realidad les tengo un poco de lástima. Cuando se detengan a pensar un poco no se si les gustara lo que están haciendo, algunos, con sus vidas. Y ya no les quedara tiempo. Lo habrán consumido para le empresa. Eso si habrán escalado grandes montañas, sumergido en profundos mares, pero no habrán vivido la esencia de nada de eso porque, sencillamente, tendrían el tiempo demasiado programado, la agenda demasiado planificada.

Mi bendita esclerosis (las cosas en positivo) me empezó a devolver ese tiempo, allá por 1998, y muchas de esas personas ni siquiera se han enterado que me he jubilado. No hace falta, mañana deben tener mas reuniones programadas. Yo también. Con mi tiempo, mis amigos y aquellos con los que nunca perderé el saludable habito de hablar.

Los demás, dejadlos están demasiado ocupados construyendo el futuro... de no se quien. El suyo esta más que planificado. Querido José, a pesar de todo, eres de los que aún saludare si te veo en la calle. No todos pueden decir lo mismo.
  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Crossroad (Cream, Live at Winterland)

Comentarios

Entradas populares