Las dos caras de la moneda.

Corren (no se por que empleo este termino) por Internet muchas historias moralistas de sabios, hombres versados, psicología de andar por casa o pensar en el sofá que uno recibe, de cuando en cuando, como una moralina no se muy bien de que. Me detengo a ver mas las imágenes, casi siempre son preciosas, que a leer la supuesta lección que me dan esas historias. Y solo es por una sencilla razón. Casi siempre el sabio es un hombre... y me cansa. Porque, creo, que la sabiduría debería ser compartida. No en vano alguien sabio, sin duda mujer, dijo aquello de "detrás de un gran hombre... hay una mujer sorprendida".

Pero un ejemplo vale mas que mil palabras. Esta historia corre por ahí. No dudo que fuero sabio quien la cuenta, pero...

Uno de sus discípulos se acerca al Mullah y le suplica:
-Mullah, eres sabio, muéstrame a Dios, necesito verlo!

El Mullah agarró un palo del suelo y le golpeó fuertemente. 

El discípulo, sorprendido y dolorido, protestó: 
-Mullah, yo te pedí ver a Dios, y en cambio me infliges dolor!

El sabio Mullah contestó:
-Muéstrame tu dolor, y yo te mostraré a Dios.

... quizá la historia no cuenta que, el discípulo, se levanto pese al dolor y cogió el palo golpeando con toda su fuerza al maestro. Este se retorció de dolor mientras escuchaba al discípulo:

- Ya te he mostrado mi dolor, maestro. ¿Puedes, tu, mostrarme ahora a Dios?.

Supongo que, la historia, nada dice de este final ni como acabaron maestro y discípulo pero es que, lo confieso, hace algún tiempo que empecé a no creerme todo lo que me explicaban o, simplemente, a cuestionarme según que explicaciones. Y es que, descreído de mi, siempre he pensado que las monedas tienen dos caras y, en mi torpeza como hombre, puedo intentar enseñar una de ellas pero la otra, no. Hay una cara oculta de la Luna... siempre lo he sabido. Pero no tiene nada de oculta. Solo es que esta enfadada, con los hombres, y no quiere mirarnos.

Y es que aun tengo muy clara la pregunta que me realizo, hace años, una mujer. Era la primera profesora que tuve de Filosofía y, aquel día, me pregunto: "José Antonio: ¿Tú, vas o vienes, cuando estas ahí sentado?. La respuesta, si la piensas, no es tan simple. No hace falta dar un solo paso para ir o venir. Recuerda que, mientras lo piensa, la Tierra sigue girando alrededor del Sol. Cuestionarse las cosas, tan simple, tan complicado. No todo lo que nos explican es como quieren hacernos creer. A veces, solo se trata de sentir... es tan intimo... tan personal... que a veces, las palabras, se suicidan al despeñarse entre la boca y el suelo, antes de hacernos sentir lo evidente. No todo lo que escuchas...

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Words (The Christians)



Comentarios

  1. Eso se dice de los gallegos que no se saben si van o si vienen.

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  2. Fue la filosofía una de mis asignaturas favoritas precisamente por ese otro lado que busca de las cosas,de lo simple o aparente.
    Así,sin movernos en apariencia,podemos ir y venir según el momento y el pensamiento proceda.
    Muy buen texto.
    Besos.

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  3. Maravilloso y , sobretodo, para reflexionar. Me ha recordado muchas cosas. Eres grande!!!!

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  4. Yo me imagino como terminaron eso dos y la verdad es que debo ser muy mala, por que me ha producida una gran sonrisa.
    Muy buena reflexión que comparto.

    Un besote.

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  5. Muy bueno lo de Mullah y el discipúlo... También me gusta tu idea del suicidio de las palabras, y mira que estoy enamorada del lenguaje, pero a veces sobran las palabras... Nuestro sentir es indescriptible... Estoy como tú en una fase de descreencia, casi prefiero el silencio y un paisaje, el ruido de la naturaleza que no engaña, o la música...
    Un beso.

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