A solas con la vida.



Es una noche fría de invierno cuando escribo esto, de esas en que el viento nombra todos los recuerdos en mi cabeza, uno a uno, como en una llamada de auxilio. Me he puesto a escribir porque hoy, especialmente, esperaba escuchar risas y escuche llantos. Hay días en los que la vida te recuerda que no es gratis vivirla, que hay peajes, pagos en cada recodo del camino.


Quizás, los que padecemos alguna enfermedad, ya lo sabíamos y no es nuevo para nosotros. Pero si lo es para quien esta sano pero llega a su vejez y, de repente, se ve solo ante la vida. Nadie que le haga compañía, ni familia, ni amigos. Solo la voz de su cabeza preguntándose una y otra vez ¿por que?.


La soledad es una compañera buena si es deseada pero odiosa si no contabas con ella. Toda la vida entregada a no se muy bien que menesteres, a familiares, amigos. A causas quijotescas,a luchas contra los dragones de la injusticia y...


Y, al final, estas a solas con la vida. Preguntándote que hiciste mal, porque te lo pagan así. Solo pides un abrazo, una sonrisa, una mano amiga, una conversación tal vez.No encuentras respuesta alguna, solo las lágrimas que corren por tu rostro en busca de consuelo, de esa mano que las seque con su tacto aterciopelado. No pides nada, nada malo hiciste, solo vivir tu vida junto a ella, tu amor que se fue sin despedirse de ti. Quizás no te acordaste, entonces, de invitar a entrar en ella a los demás, o quizás los demás no quisieron entrar en tu vida. Pero no mereces estar a solas con la vida.


Como los viejos muebles te han arrinconado en un lugar donde no molestes a las conciencias de quien, allá, te dejo. Ellos tendrán palabras de excusas que acallaran de mil y una maneras sus vacías vidas de amor y contenido, pero no olvidaran sus actos, al final tendrán una factura mas, que pagar, en su corazón. Quizás olvidaste tender la mano pero, eso si lo recuerdo, no olvidaste dar tu sonrisa a quien te la necesito.


Tu mirada se pierde, a través de la ventana del asilo, mas allá del horizonte que aun recuerdas, mas allá de los campos que andaron tus pies cuando eras niño. Y sonríes al recordarlo. Tienes todo el tiempo y estas a solas con la vida. Pronto estarás de nuevo junto a ella y nunca mas volverás a estar solo. Ni un solo instante de la eternidad.....


( A Eulalia y Vicente, dos buenas personas, que se fueron como vivieron sin hacer ruido).


  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Time (Pink Floyd)

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