Fragmentos II


Vi tus ojos y me convertí en sombra y silencio. No quise romper la magia de aquel momento. Sombra para que me miraras al antojo de tu pensamiento, silencio para acariciarte con la grandeza de una palabra madurada en la aridez de mis sueños. Miro a tus ojos y sigo siendo sombra y silencio. Si pronuncias mi nombre...eso es la inmensidad del firmamento.


Cuando sueño no recuerdo, en ocasiones, el sueño. Cuando despierto no recuerdo, en ocasiones, la pesadilla. Cuando miro siempre recuerdo una figura. Esta esculpida dentro de mi, mitad fuego mitad agua. En ocasiones me quemo,en ocasiones soy el sediento. No hacen falta mas palabras. Si has amados,o amas, sabes que palabra te hace sentir vida en este momento. Cual es sed, cual fuego.

Estos fragmentos se escriben a ratos. A ratos en los que estas a solas contigo mismo, con el corazón de par en par abierto, sangrando por lo que no quiere dejarme escapar. Colocando barrotes entre la felicidad, que tus ojos lloran al recordar, y que tu mente se niega dejar escapar. Uno de esos días en que, las lágrimas, vuelven al mar. De donde vienes, a donde vas. El corazón colgado del barranco a punto de despeñar.

Hace tiempo que ando buscando mi primera poesía. Aquella que escribí al darme cuenta que la luz se apagó finalmente,que trajeron una vela pero la voz no volvió a acariciarme y quede solo en la oscuridad. Aquella poesía que cante, sin ser cantor. Que escribí, sin ser escritor. Aquella poesía con la que que me atreví a atravesar un papel sin ser poeta, tan solo siendo niño al que un apagón asustó. Donde quiera que estés, poesía, sabes que aquí tienes un suspiro que dejaste a medio terminar. No te olvido.

Maldigo el aire que, aquel día, no me devolvió tu beso. Ladrón, esquivo. Aún ando esperando el momento de devolverle el golpe, sin aliento. Aquí sentado en mitad de la nada y el silencio de los aullidos de un recuerdo. Maldiciendo aquello que me deje robar, por una bocanada de aire, al no saber sellar mis labios un instante eterno. Aquí estoy, desde entonces, sentado en el columpio del desespero. Esperando el beso o el castigo de un instante que alguien me dijo que era eterno.

Comentarios

  1. ¡Ay los sueños...! los sueños son nuestro único escape.

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  2. Cuanta poesía, cuanto sentimiento en ese corazón abierto de par en par, cuantas veces el corazón se quiere abrir y no lo dejamos, porque lo haremos...
    Mis sueños casi nunca son recordados, tampoco mis pesadillas, lástima...
    Un abrazo

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  3. Vivimos entre sueños y pesadillas,una marea aparentemente eterna que va poblándose de vivencias que en ocasiones son difíciles de discernir,no se sienten diáfanas y pueden parecernos sueño o pesadilla.
    Lo cierto es que en esa amalgama quedan recuerdos que lo que vivimos y eso conforma nuestra existencia para bien y para mal.
    Besos.

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  4. Que extraña figura ha crecido en tu interior, hecha de fuego e agua... Dos elementos incompatibles, pero los sueños no entienden de incompatibilidades. Las lágrimas se pierden en el mar, tu sigues creando poesía a la luz de una vela...
    Y yo leyendo y leyendo...

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  5. Precioso texto, como todos los que escribes.

    Un besote.

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