Tsunami.

Nos cuentan, los que saben de esto, que si ves retirarse el Mar corras y te pongas a cubierto. Lo mas alto posible, donde no pueda alcanzarte el agua. Dicen, los que saben de esto, que si ocurre es que un Tsunami viene a continuación. Son señales del Mar que nos avisan del desastre que se avecina. Por eso los llaman sabios. Pero, sabéis, años hace que busco un sabio que me avise, que me prevenga cuando se prepara un Tsunami en mi cuerpo, en mi corazón. Y no lo encuentro. Siempre me ahoga la inmensa ola de sentimientos, que surge desde mis adentros hasta ahogarme la voz, cuando mi alma inicia un terremoto de temblor en mi cuerpo.

Si que he de hacer, como prevención, ante este o aquel sentimiento. Enciclopedias enteras de que hacer si es una situación u otra. Descrita con todo lujo de detalles. Pero ninguna te advierte de que pasa cuando se retira al mar de un sentimiento, en tu corazón, queda el vació y se produce el Tsunami en una oleada de sentimientos que te ahoga sin dejarte respirar, entre despojos y despojos del resto de sentimientos que se ahogaron antes.

Quisiera que algún sabio me lo explicara, porque me quede sin aliento, sin aire. Porque mi corazón dejo de latir y después lo inundo la soledad. Porque mire a uno y otro lado y solo hallé el lamento de quien gritaba en la noche , en completa soledad. Es una de las oleadas que mas daño hacen a esta, mi enfermedad, y a cualquier otra que conozcáis. La soledad. Un Tsunami que todo lo arrasa en nuestro interior.

Este pensamiento me sobrevino cuando me encontré con el escrito de un amigo, en la enfermedad y en la aventura de vivir, en que decía tener miedo, mucho miedo. Y creí que, lo que le había pasado, era un Tsunami de vació en su corazón al no poder contar a alguien ese miedo. Al no tener una voz amiga que, simplemente, explotara su corazón con una palabra de consuelo. La soledad. Esa fea cara que no se ve hasta que te sientas, por la noche, en el sofá y entablar litigio contigo mismo. Esa que estruja tu alma, minuto a minuto, sin mirar hacia tu interior. La soledad, que solo la cantan quienes no la conocen, algunos locos que la padecieron o quienes creen poder detener un Tsunami. Si pudiera pondría una montaña cerca de ti para que no te alcanzara el Mar. Si pudiera...estamos aquí...la canción...duerme,el Tsunami ya paso. El miedo...ese lo enterramos cada noche en lo mas profundo al cerrar, un ratiro, el corazón.

Comentarios

  1. Creo que ese tsunami lo padecemos todos con o sin enfermedad y por lo que te acabo de leer parece ser que aparece cuando llega la noche y te quedas a solas contigo mismo, a esas horas todo es tan oscuro... pero luego llega la mañana y todo se va tiñendo de confianza,los fantasmas de la noche anterior han desaparecido.
    Espero haberte servido de algo y de todas formas aquí estoy para en esas horas, si quieres puedes contar conmigo, entre dos combatiremos las sombras.

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  2. La soledad es un ente teriible,viene sola como su nombre indica y no mira el estado físico en el que te encuentras...
    Nada le incomoda, nada la detiene, nada la cercena...
    Tan solo queda asumirla en ocasiones,moldearla en aprovechamiento, en despojar del alma presiones, dejarla hacerse tsunami purificador.
    Es eso o el dolor,su dolor, mortifica hasta ponernos en la tesitura de la tristeza o agonía o en las dos.
    Mejor aceptarla compañera infatigable y a ratos...disfrutarla a pesar de ella.
    No es fácil,lo sé,pero no queda otra.
    Besos.

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  3. Lo más terrible cuando me diagosticaron y volví a mi casa sola, después de haber pasado un tiempecito con mis padres, era llegar a casa cada tarde y que no hubiera nadie.
    Estuve pensando en adoptar un gato.
    Pero lo que hice (y hago) fue recurrir mucho más a mi gente. Verlos más, llamarlos más, escribirlos más.
    Todo para sentir que estoy arropada aunque nadie viva conmigo.
    Ahora estoy buscando una pareja, un compañero para la vida.
    La soledad... a veces también hace falta, pero qué terrible compañera de viaje...
    Sonia

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  4. Cuando veas retirarse el mar, abraza el árbol más alto de la colina.
    Cuando siento la oleada de una ansiedad que me arrastra hacia el fondo, unos brazos tiran suavemente de mí. Me arropan, calientan mis manos heladas, y me insuflan fuerzas para seguir.
    No te alejes de los brazos de quien te ama.

    Un beso

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  5. Lo has descrito muy bien, no amigo, no hay nada que nos avise de que va a llegar y no hay nada que alivie esa soledad, yo a la soledad le veo grandes fauces que parece me fueran a tragar, es en la noche cuando llega, irrumpe de pronto obligandonos a pensar, añorar...el silencio de la noche la hace más grande y poderosa...
    Luchemos combatiendola o uniendonos a ella
    un abrazo

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  6. Josè..." Tsunami "

    Vivo casi sobre la costa del rìo Paranà, cuando pasa navegando una gran embarcaciòn, bajan sus aguas y luego vuelven con unas tremendas olas, como tu cuentas aqui sobre el mar.
    Muy sentidas palabras has dejado en este escrito, llegan tan profundo al corazòn...que las comparo un Tsunami.
    Recibe mi cariño desde Argentina

    un beso

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  7. Respiro que estas triste ¿tienes problemas ademas? quiero pensar que no, tu eres positivo, pero si se sientes triste sepas que estamos muchos en el mismo barco y todos juntos podemos ayudaranos, yo sigo aqui puedes llamarme si te sirve. un abrazo amigo

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  8. Se siente muy bien lo que describes, la soledad. A lo mejor te parece una tontería lo que te voy a decir, pero reza, ya verás cómo no te encuentras solo nunca, te lo digo de corazón. Siempre llega la mañana.

    Un abrazo.

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