De donde nace el Arco Iris.

- Mira, Bea, el Arco Iris.

Bea se quedó ensimismada mirando hacia el horizonte, hacia donde le señalaba su abuelo. Era la primera vez que lo veía y,sus pequeños ojos, querían hacerle comprender lo que miraba.

- ¿Verdad que es bonito?,preguntaba Bernardo, su abuelo.

Bea no articulaba palabra alguna, tal era la hipnosis que aquella visión le produjo. Finalmente, con una voz entre la emoción y la curiosidad, preguntó:

- Abuelo, ¿de donde viene el Arco Iris?.

Bernardo se quedo unos segundos en silencio. No era la primera vez que, pensó como otras niñas, su nieta le sorprendía con preguntas de ese estilo.

- De las manos, respondió finalmente.

La pequeña giró sus pequeños ojos inquisidores hacia el abuelo. ¿De las manos?, pregunto con ese aire entre la inocencia de quien no sabe y esa suplica de quien quiere saber.

- Si, le dijo el abuelo. ¿Tu no tienes unos lápices de colores que te regalos la abuela?

. Si, contesto la pequeña

- ¿Y pintas de colores las casitas, los árboles, las vaquitas, el Sol, la Luna, los pájaros, el Mar, la hierba, el Cielo?,¿verdad?

- Si, abuelo - contestó la niña cada vez con mas entusiasmo ante lo que le relataba el abuelo.

- Pues llegara un día que, entre el cielo y la casita, pintaras un Arco Iris después de la tormenta....

...Bea estaba rodeada de amigos en la galería de arte, era su primera exposición, tras años de lucha por seguir su vocación. La pintura era, para ella, no ya su manera de entender la vida sino su medio de vida. Pero allí, rodeada por tanta gente, solo pudo acordarse de su abuelo Bernardo y como, aquel día en que vio por vez primera el Arco Iris, se le quedo grabado en la memoria. El cuadro, que mas éxito parecía tener en la exposición, era el titulado: "De donde nace el Arco Iris". Todos alababan los colores del mismo pero hubo, en especial, un comentario que le sobrecogió: "Es una belleza de cuadro, los colores son tan vivos que parecen invitarte a reconciliarte con la vida. Pero lo que mas me impacta es la tremenda fuerza con que expresa la tormenta que ha pasado. Se nota que,la creadora de la obra, sabe lo que es sobrevivir a la tormenta".

Bea recordó cuando pintó el cuadro. Cuando su abuelo Bernardo se marcho a fundirse con los colores que, un día, tan bien le explicó. Ella sabía que, tras la tormenta, siempre viene el Arco Iris. Solo hay que buscarlo y pintarlo...con los pinceles que nos extiende el corazón.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Somewhere Over The Rainbow (Mago de Oz)