Hoy no encuentro las palabras.

Amo la vida, es el bien más preciado que tengo. Pero soy incapaz de hacérselo entender a quienes me rodean. Amo cada brizna de hierba que veo mecerse al viento, cada olor que me trae la tierra mojada, los colores de un nuevo día, el llanto de un recién nacido pidiendo su lugar en el mundo. Pero no soy capaz de hacérselo entender a quienes me rodean.

Tengo mi testamento vital realizado, no quiero que haya equívocos cuando llegue la duda. Estoy a favor de la eutanasia pero, nada más lejos de mí, no estoy hablando del suicidio. Estoy hablando de la vida. Amo demasiado la vida por eso no quiero hipotecar la de nadie por mucho que, ese alguien, me quiera. La vida es demasiado bonita para tener el egoísmo, al menos eso creo, de robar lo que queda de vida a alguien.

Por eso hablo muchas veces de la muerte pero, entonces, me dicen que tengo depresión. Nada más irreal. Es cuando estoy más cuerdo, más lucido, cuando veo las cosas con claridad. Como ahora, mientras escribo esto. Seguro que algunos entenderán una cosa, otros quizás entiendan de que estoy hablando: de la vida. Saber que es uno, saber que tiene uno y cuanto de egoísmo dejamos atrás en cada paso que damos, de verdad, hacia adelante.

No soy cobarde, la Esclerosis no es quien para acobardarme, cada paso que ella quita de mis piernas, yo doy dos con mis manos. Pero no tengo derecho a pedir a nadie que de esos dos pasos conmigo. Por mucho que me quiera. Y precisamente, porque amo la vida, quiero que den esos dos pasos en completa libertad, sin nada que les impida traspasar la puerta o subir la escalera. Quiero que sigan sintiendo la brisa del mar en la cara y el rocío de la mañana en sus manos cuando, ellos, necesiten estirarlas para recoger para si ese momento del amanecer. Quiero que vivan, por mi, por ellos. Que no se encierren entre una bata blanca y una esperanza diaria. Que amen la vida, como yo la amo. Sintiendo que es un regalo que se me ha dado y que, aunque puede parecer lo contrario, disfruto en cada instante.

Amo la vida, es el bien más preciado que tengo. Pero no soy capaz de hacérselo entender, a quienes me rodean. Y simplemente decirles que les quiero y que amo la vida tanto como a ellos pero, hoy, no encontré las palabras.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: The Winter's End (Liam O'Flynn)

Comentarios

  1. estoy deacuerdo contigo,preciosas palabras,yo tambien estoy a favor de la autanasia aunque tampoco mi alrededor lo entienda,y estamos cuerdos y mas que los demas diria yo,por aprender a vivir con algo que injustamente limita tu vida...bsos

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  2. Te comprendo totalmente y comparto tu forma de ver la vida y disponer de ella cuando llegan las dudas para los demás de lo que uno tiene tan claro.

    Un fuerte abrazo.

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  3. Veronica, Neuri: Me reconfortan vuestras palabras. Hacen que mis "pequeñas locuras", tengan sentido. Gracias.

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  4. Tienes toda la razon, nadie sabe valorar por mucho que te quiera, como te sientes, que te apetece, y muchas cosas mas. Solo los que padecemos esta estupida enfermedad y no siempre jajajjjjjjjjjjjj. Un abrazo

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  5. Pero cuanta razón tiene la amiga Chus, solo uno mismo y no siempre.

    Un abrazo.

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  6. ROSQUITA RICO6/27/2011

    Tengo EM desde así casí dos años y comprendo perfectamente el amor inmenso que le tienes a la vida y a los tuyos...coincido contigo no tenemos derecho a que los nuestros sientan limitaciones y puedan sentir que la vida no es bella, solo por caminar con nosotros. Abrazos desde México

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  7. Excelente Blog! Yo tambien tengo EM y acabo de hacer un trasplante de celulas madre...
    Te invito ami blog http://arqluisestrada.blogspot.com/
    Seguire tus pasos...
    Abrazo.
    LE

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  8. Fuerza amigo
    Por cierto soy Pérfida
    Un saludo coleguita

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