En la quietud de la noche.

Hace tiempo que no escribía nada a esta hora. Esa una hora que ni es hoy, ni mañana pero tampoco fue ayer. Son las doce de la noche. A esa hora hace meses que estoy dormido, la pastilla surge su efecto. Es la única manera. Pero esta noche he querido volver a escuchar una canción a esta hora. La hora en que se fueron las pesadillas del ayer y en la que, sin dudar, se cuecen las esperanzas de mañana. Y no creo en la violencia para conseguir una esperanza, un cambio.

A esta hora escucho una canción cuyas notas me hacen ver todo lo que escribo, solo con escucharla. Es una canción de un viejo rockero que, una noche, quizás vio algo que no vieron los demás. Es mi grito, antes de dormir, diciéndole al nuevo día: aquí estaré mañana.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Still got the blues (Gary Moore).
 
 


La hora de los embrujos en que soy capaz de imaginar a personas escuchando una canción mientras, su pensamiento, susurra el nombre de alguien que solo su corazón escucha. Soy capaz de imaginar la última mirada de una madre a su pequeña hija en la cama, pidiendo que la Esclerosis se quede solo dentro de sí y ningún mal toque a su pequeña. O de esa joven que empezaba a caminar en la vida y esta, maldita, enfermedad la tiene sentada ante el espejo maldiciendo la hora en que se la diagnosticaron. Y soy capaz de ver allá, donde aún no llego la noche, donde reinan los sicarios. Allá donde la vida, tiene otro valor, es otra canción mas triste. Y soy capaz de verte  a ti, que cierras los ojos al escuchar la música y esperas que nunca acabe ese momento. Y a ti que coges la mano de tu pareja porque, aun que te parezca imposible, todavía puedes bailar, ¿recuerdas?.

La música me hace ver esa silla de ruedas que queda junto a la cama, esperando un nuevo amanecer para emprender camino. Aunque su dueño no desee recorrer camino alguno, aunque solo tenga lastima de sí mismo. Aunque no comprenda que son muchas manos y brazos los que empujan esa silla.

Y  me llaman iluso, soñador, porque soy capaz de ver muchas cosas en la quietud de la noche, allá donde dicen que las ciudades no duermen, solo esperan la luz porque les aterra la oscuridad. Y me llaman enfermo porque ando diferente que ellos, pienso  en cosas que a ellos ni les preocupan como en los sueños. Y me llaman loco porque les digo que tengo una ventaja sobre ellos. Se lo que soy, se lo que tengo. Nadie es capaz de mentirme sobre ello. Y, a ellos, es posible que esa mañana les mientan diciéndoles, simplemente, que “hoy es un buen día de trabajo, llegaremos pronto a casa”.

Hacía tiempo que no escribía a esta hora. Que no escuchaba una canción a esta hora. Ahora me tomare la pastilla y amanecerá para todos. Ha de ser así. Esto no se para, sigue girando alrededor del Sol, aunque amanezca nublado en nuestras cabezas. Mañana será otro día. ¿O ya es hoy?.

Comentarios

  1. Me encanto tu entradaada, me rei con lo de noche, yo siempre dije, el dia no cambia mientras estemos haciendo algo, ejemplo, yo salia dr fiesta, regresaba a las 3 de la mañana, me acostaba y cuando me despertaba ya si.¿entendiste?.QUIERO HABLAR CONTIGOA POR TELEFONO. ABRAZOS

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