Un viaje a Utopía.

Hace ya algunos años que le vengo dando vueltas, en mi cabeza, a una leyenda que me contó alguien cuando era niño. Me explico que, mas allá del mar, existía un país llamado Utopía. Me contó excelencias sobre él, de tal manera que siempre, y ahora con mas tiempo, ha querido visitarlo. Pero no lo encuentro en lugar alguno. Ninguna agencia de viajes a oído hablar de él. No viene en ningún mapa. Pero se que existe, algo tan maravilloso no puede desaparecer en tan poco tiempo.

Me explicaron que, en Utopía, no había conflictos de ninguna clase. Había políticos pero, si alguna vez tenían un desacuerdo, eran enviado a la "Sala del Griterío". Esta sala, al parecer, era un lugar insonorizado donde se encerraban los que tenían algún conflicto y se ponían a gritar como locos. Pero no molestaban a nadie pues nadie los oía. Solo salían, eso extenuados, cuando se habían puesto de acuerdo. Y tenia su peligro la dichosa Sala. Había quien, de tanto grito, estuvo a punto de morir y hubo quien salio sordo.

Tampoco había problemas económicos en Utopía.Los hubo pero decidieron quitar el 0,3 por ciento de los sueldos que eran inútiles en aquel momento (banqueros, políticos, brokers, consejos de administración,etc.) y destinarlos al país. Resulto que la cuantiad fue tal que pudieron hacer un presupuesto justo y equitativo para todos. Si a eso le sumas que no había ejercito en Utopía, con la "Sala del Griterío" tenían bastante, el dinero se podía dedicar a obras sociales e investigación que ayudar a la gente.

Cuentan que, Reinos cercanos, miraban con recelo y envidia a Utopía y decidieron crear un Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a, lo que ellos dieron en llamar, los socialistas utópicos de Utopía. Pero no pudieron con ellos, Utopía no entro en el juego y desapareció de los mapas, de las agencias, de las rutas comerciales, del mundo "civilizado", no entro en el juego de la "sociedad del bienestar".

Pero se que, Utopía, sigue ahí. Alguna vez escucho las risas de sus ciudadanos cuando salen los políticos de la "Sala del Griterío". Alguna vez siento la tranquilidad de sus vidas, saber la respuesta a muchas preguntas que no hicieron ellos sino que crearon otros. O quizás todo lo soñé y Utopía solo esta en mi cabeza. Por cierto que, llámame iluso, cuando pienso que estoy allí no tengo enfermedad alguna. Cosas de Utopía.

Si se que corre un mapa real, por la red, con las instrucciones, para detener al FMI y a las llamadas Agencias de Recalificación de Deudas de una país. Al parecer lo único que hay que hacer es cortarles la luz. Nada más, no hacen nada que no se mirar la pantalla del ordenador y hablar por teléfono. Sus dueños, no se sabe si llegan a comer, pero si se sabe que no saben vivir sin electricidad,tienen que cargar sus móviles y demás maquinitas para controlar, no para trabajar, eh.

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