Tiempo de cosecha.



Tiempo de trillar en la era, tiempo de recoger las mieses de la cosecha de los esfuerzos pasados. Tiempo de mirar los ojos de quienes se quedaron en el trigal, de los que continuaron el esfuerzo de volver a sembrar, esperanzas, en pedregales de amores incansables al viento. Tiempo de gritar nombres para que ayudar hacer del trigo pan, del pan hartazgo de bocas hambrientas. Tiempo para que hable el poeta y callé, por injusta y perecedera, la No invitada a convite alguno, la que no tiene nombra y todos nombran en murmullos de miedo. Tiempo de risas, que no de llantos. Tiempo de cosecha en las manos, esperanzas en los corazones, suplicas a la madre Tierra.

Donde nada se pide, pero todo se espera. Donde nada se tiene, pero se teme perder memoria de lo que se recuerda. Donde eres hombre a jornada completa, niño en madrugada de oscura esperan a la llegada de un nuevo amanecer, del que nunca quieres despedirte por que deseas volver a abrazar. Tiempo donde eres espiga y, al tiempo, hoz que la siega. Mano que amasa la harina, mirada que reparte el pan entre bocas hambrientas.

Eres mil cosas, agua que se pierde en la tierra, centellea y emerge en los mares con los secretos del hombre a cuestas. Eres miedo ante una mujer que desnuda su alma ante ti, sin espejo que la proteja. Eres mil dudas si a tu corazón, al descubierto, lanzan un solo dardo con un certero: “te quiero”. Y ahora es tiempo de recoger la cosecha, de lo que sembraste en corazones ajenos. Las mieses del trigo y del centeno, la cebada, el maíz y quien sabe si el de un recuerdo que anudo, sus entroncadas raíces, en nuestros corazones.

Y es que, por unos momentos, he pensado donde sembré sombra con mi pisada, donde dejé recuerdos con mi brisa de viajero del momento. No recuerdo bajo que cielo fue, si llovía o el Sol adormecía mi sueño...no recuerdo donde sembré, por eso intento seguir sembrando campos de mieses de vida...porque no recuerdo... el trigal de mi primer beso.

A Mi Querida Mielina, a quien sigo perdiendo día tras día sin llegar a conocerla.

Comentarios

  1. Imposible recoger cosecha si antes no se sembró. Pasar por la vida sin pena ni gloria hará que se te pague con el olvido.

    Buena reflexión José Antonio.
    Un abrazo.

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  2. Siempre es tiempo de siembra, siempre, al menos en este mundo etéreo y,¿por qué no? en el real, de donde a veces no se espera nada y casi siempre nos sorprende con cosechas de maravillosos sentimientos; sobre todo.
    También es sorpresivo el cúmulo de sensaciones, de sentires que nos van dando forma y sentido en nuestro campo siemprevivo.
    Besos y no dejes de sembrar.

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  3. Todo tiempo es tiempo de recoger lo que has sembrado y tú, mi querido José Antonio, me imagino que tendrás abundante cosecha cada día que amanezca, porque ningún día has dejado de sembrar.
    Olvídate de la Mielina es una ingrata.
    Un beso fuerte.

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  4. Dice san Juan de la Cruz: "A la tarde, te examinarán del amor". Pero la tarde es larga. La tarde da entrada a la noche en que el alma puede llegar a la suprema comunicación: "iOh noche que guiaste!. iOh noche amable más que la alborada!. i Oh noche que juntaste Amado con amada en el Amado transformada! Siempre se ha dicho que ante esta estrofa del "Cántico" es posible que nos encontremos ante la mejor estrofa de amor que se haya escrito nunca. Y sucederá todo eso en la noche, cuando se haya metido en oscuridad de amor la tarde en que de amor hemos sido examinados. Nada termina entonces sino que todo empieza en ese momento en que el amor se os ha purificado porque nos lo han hecho pasar por el cedazo de la luz.

    José Antonio, la generosidad con la que compartes es una luz, una de las más bellas muestras de amor hacia los demás. Gracias por este texto, quien siembra, recoge. Siempre siembras.

    La música es muy bonita, los fados son sentimiento puro. Gracias.

    Que pases una semana serena y sosegada. Confía en Dios, siempre está.

    Muchos besos.

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  5. Excelente, como siempre... Ya los trigales están en el molino, quedan los pastos para el ganado. Los animales preparan la tierra para nuevas siembras... La naturaleza es sabia...

    Somos hijos de la tierra... Me has transportado lejos en el tiempo...
    Saudade...

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  6. ¡Hola! Vengo a darte gracias por tu blog, pienso durante la semana lo que supone compartir, puntual y lleno de cariño, tus testimonios, y suponen una luz en mi vida (siempre te lo digo).
    Y doy gracias a Dios porque las personas como tú son un regalo, que lo sepas.

    Gracias a Dios por tu vida, por ti; ni mielina, ni mielino... es José Antonio quien comparte, es lo esencial, la mielina, es circunstancial, y puede que José Antonio, su esencia, brille más por, precisamente, la querida mielina...

    Muchos besos y ¡¡¡buen (y feliz) fin de semana!!!

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