Las palabras perdidas.


En ocasiones me despierto en mitad de la madrugada en aquella hora que,alguien,llamo bruja y,alguien, llamo mágica. Son esas horas entre la agonía de la noche y el arrebato de un nuevo amanecer. En esas horas me da por juguetear con palabras no pronunciadas por boca alguna, e incluso por seguirlas. Porque, ¿a donde fueron las palabras perdidas?. Aquellas que se pronunciaron temblando y no encontraron oído que las escuchara,ni alma que las acogiera y arrullara. Un travieso "te quiero" que halló a su destinatario distraido y se perdió en el camino. Un tembloroso "déjeme que te lo explique" que se encontró con oídos sordos. Un "tal vez" que se quedo esperando al mañana y el mañana paso de largo. Y muchas palabras que quedaron en gargantas agarrotadas por el miedo o el dolor. ¿Donde estará las palabras perdidas?.


Hay quien habla acerca de un fértil valle, entre inaccesibles montañas. En los días de fuertes ventiscas,dicen, que los vientos dejan escuchar alguna de esas palabras, buscando su destino. Suenan hermosas como un perfecto coro de ruiseñores. Cada una de ellas lleva el nombre de su destinatario por si la vida quiere unirlos al fin. Porque cada palabra salio de una garganta hacia un destino. Fuera de paz, de amor, de dolor, de guerra, de vida, de esperanza. Y seguramente, al perderse, fue lo que cambio el destino de dos seres, o de un mundo, según que palabra se perdió. Si fue amor entre dos labios o si fue paz entre algunos oídos sordos.

He conocido a muchos hacedores de palabras, algunos con palabras perdidas, otros las volvieron a encontrar y las retomaron en su regazo para no volverlas a perder. Se extraviaron palabras en un camino de miradas esquivas, alguna garganta quiso pronunciarlas pero se durmió abrumada por el silencio que la rodeaba. No dejéis que ninguna palabra se pierda. Destierra, al libro de los castigos, las pronunciadas con ira o furia desbocada pero alumbra para que encuentren el camino las, felizmente , desde el corazón moldeadas. Nunca pierdas una palabra, dí a quien te quiere, que te las guarde y te las susurre,cada día, al atardecer. No olvides,nunca, el día en que la palabra conoció el agua y se transformó en belleza.

A María y a quienes,como a ella, el Alzheimer les robó las palabras.

Comentarios

  1. Es terrible no poder pronunciar palabra alguna. Ni un simple saludo, ni un te quiero, nada!!!
    Pero olvidar, es terrorífico, inhumano, injusto, demasiado cruel.
    Va por Maria, Lolita y tantos enfermos de alzheimer, que han olvidado las palabras. Un beso amigo mío.

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  2. ¡Qué bonito, José Antonio!
    Es aterradora esa enfermedad de la que da pánico hasta pronunciar su nombre. Has hecho un precioso homenaje a todos los que padecen esa terrible mal y a sus cuidadores que son los guardianes de sus palabras olvidadas.
    Un abrazo.

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  3. Terrible enfermedad que conozco de cerca. Terrible ese olvido que daña al olvidado.
    Precioso homenaje José Antonio.
    Un abrazo.

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  4. Es verdad, cuántas palabras, pero fíjate, viví esta enfermedad con mi padre, y a pesar de sus olvidos, nunca olvidaba nuestros nombres y sus ojos brillaban al pronunciarlos, guardo en mi corazón como un tesoro esa sensación de alegría cuando nos veía y nos miraba. Siempre estuvo rodeado de cariño, en casa, y sus ojos, su mirada, siempre era alegre, vivaracha. Era, es, porque está, muy simpático y bueno y eso, nunca lo perdió, no hacían falta las palabras cuando nos miraba. Ahora veo su mirada.

    Creo que el cariño y el amor para estos enfermos, es la vida, porque lo perciben todo. Así lo vivimos a su lado. Mi madre y nosotros, sus hijos, lo cuidamos con todo el mimo y él seguía haciéndonos reír con sus ocurrencias. Es una enfermedad dura, pero con amor esas palabras no pronunciadas se suplen con los gestos y sobre todo, con la mirada. Una sensación muy nítida la que tengo de esos momentos, y hasta el final, hasta su muerte, que viví a su lado y solo me transmitió paz, una paz inmensa.

    Me he emocionado al escribir, porque lo he vivido durante muchos años. Las palabras no pronunciadas están en nuestro corazón, no se las lleva el viento. Están y permanecen.

    Es muy bonito lo que has escrito, ¡gracias!, y la música es ¡¡¡preciosísima!!!, me encanta este grupo.

    No sé si te gusta la Semana Santa, pero nos lleva a la esperanza, así que te deseo una semana muy feliz y que guardes hermosas palabras en tu corazón.

    Un beso.

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  5. Me ha encantado tu entrada, tanto, que no encuentro las palabras adecuadas para expresarlo, tal vez, porque quieran esconderse, pero hay otras muchas que quieren decirte lo maravillosas que son las tuyas hoy, lo conscientes de ellas mismas, su peso y su sabiduría.
    Cosas que la vida roba a esos seres que padecen esta terrible enfermedad, porque sin palabras, los recuerdos van difuminándose en el espacio infinito del olvido y eso es pura soledad y vacío.
    Debemos prodigarlas sin descanso, por si algún día la vida quisiera perdérnoslas...
    Muy bonita y emotiva, de veras que sí.
    Besos.

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  6. Al parecer tu las has encontrado

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  7. José ...es muy lindo lo que has relatado, nunca se me ha ocurrido esto de las palabras perdidas...y me das a pensar que es verdad lo que dices..un te quiero si se ha perdido u otras palabras, cambia el destino de las personas, tal vez al recuperarlas no tengan el mismo sentido....
    Interesante todas tus letras y triste el mensaje por María.........
    ¡¡¡ Felices Pascuas !!! desde Argentina..un beso

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  8. ¡Feliz día de Pascua!!!!, querido José Antonio.

    Muchos besos, ¡voladores!
    Comparto contigo la ¡alegría!... ¡Aleluya! ¡Aleluya!:

    http://youtu.be/M5AScLyy3IM

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  9. ¿Estás bien?, el domingo te eché de menos.
    Cuídate, un abrazo.

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