Donde duermen los recuerdos.

Cogí una cuartilla en blanco, un lápiz y me dispuse a labrar los surcos de mi pensamiento. Como antaño, pequeños aperos de labranza para que mi mente trabajara el espacio que hay entre el tiempo y mis dedos. Me dispuse a sembrar semillas de palabras para que germinaran al lado del camino que emprendía en aquel momento. Me dispuse a dibujar mis recuerdos. Con trazo torpe, con fuerza de niño desvalido, pidiendo la ayuda de las águilas imperiales que miraban,compasivas, desde los cielos. Las primeras letras surgieron hinchandome el pecho de orgullo por el recuerdo. Recordé una noche en la que amaba al viento. Recogiendo suspiros de silencio y, en la penumbra, unos ojos de fuego.

Y mis dedos siguieron arando el campo yermo, cuartilla otrora baldía en un misero cuaderno. Escribían cuando mi voz se quebró por vez primera al recordar al primer ser que perdí cuando, niño era, aún no sabía que esta vida es tránsito hacia otros campos más verdes y frondosos. Cuando aún creía que todo era inalterable...el tiempo....las gentes....cuando creía nunca se cierran los ojos de los seres queridos...cuando aprendí que ayer,hoy y mañana viajan juntos en los corazones de quien recoge lo sembrado.

Anduve arando hasta que tropecé con una piedra. Solitaria en mitad del sembrado de mi cabeza y paré a descansar. Miré lo escrito en la cuartilla y no era un piedra lo que hallé, sino la soledad de un labriego de palabras. La semilla se había agotado y mis dedos quedaron sin esparcir palabra alguna sobre aquel campo blanco. Busqué un trazo mas para plasmar con letras de mieses doradas y mis dedos escribieron...."recuerda el verde trigal...donde te escondías del azul cielo...porque decías, con voz trémula, que te daba miedo el tiempo".

Suspiro al encontrar el rincón de los recuerdos. Creí haber perdido el camino para retozar con ellos y me entro un pánico descomunal. Porque vivo el hoy, pero porque me empujan desde el ayer quienes fueron y lo que fui. Y todos ellos se encuentran en un rincón del alma...donde duermen los recuerdos y habitan,velando su sueño, las palabras.

Mientras escribo esto, estoy escuchando la canción que, siempre, he oído en el vestíbulo del rincón de los recuerdos: Mamy Blue (Pop Tops)