El mercado de los Sueños.

De cuando en cuando suelo ir al Mercado de los Sueños. Es un mercado muy querido por mi. Ni esta lejos de casa, ni esta cerca. Se accede a través de una escalera de nubes que van desde mi ventana hasta sus puerta custodiadas por Eylon, el elfo que motiva los corazones. Siempre te invita a entrar. La primera parada que hago es la del puesto de Ariadne, la vendedora de pétalos.

- Buenos días - me dice, con una voz dulce como el membrillo -¿que desea hoy,pequeño soñador?.
- Hoy quiero una cajita de pétalos de besos voladores. He de enviar unos cuantos a destinos lejanos en la distancia, cercanos en el corazón.
- Te pongo los mas rápidos y bellos que tengo. Volaran a sus destinos y se fundirán en la piel de sus destinatarios.

Continué andando por el mercado hasta ver la parada de Dafne, la vendedora de peces de colores. Estos tienen una particularidad: no están en el Mar sino en el Aire y tienen toda la gama de colores del Arco Iris.
- Pequeño soñador hacia tiempo que no te veía, ¿que son de tus sueños?
- Bueno,le dije, hubo un tiempo en que quisieron robármelos las Pesadillas Piratas pero, afortunadamente, aún me quedaba alguno de tus peces de colores y pudo alumbrar  la salida para escapar de las sombras. Me llevare unos cuanto mas. Dan luz y aire cuando se necesita. Quien sabe si alguien puede necesitarlos.

Así, con mi compra, seguí recorriendo el Mercado. Las paradas seguían repletas de los mas bellos sueños. Era un lugar mágico que, alguna vez, alguien me pregunto y me dijo que era imposible que lugares así existieran. Bueno, os contare que a esas personas, alguna vez, les envié un pétalo con un beso volador, pero nada sintieron. Es una lastima, hay quien cree que oír y sentir es lo mismo. Hay quien cree que dar la mano o acariciar una mano es lo mismo. Incluso hay quien cree que amar o ser amado es lo mismo...hay quien dice que es lo mismo ir que venir.¿Es lo mismo ir a un cielo que venir de un infierno?....ven a mi Mercado...acompañame un día.

Esta es la música que se acostumbra a escucha en el Mercado.

Comentarios

  1. A mí me encanta pasarme por el puesto de Morfeo, ya sabes que soy muy así...de sueños.
    El caso es que siempre tiene alguno que me fascina por lo sorprendente, colorido, luminoso y delicado, así que no me cabe duda y me lo llevo puesto, galana yo.
    Con el nuevo sueño, suelo pasearme por ese mercado donde nos cruzamos tantas veces tú y yo, y me exhibo disimuladamente ante Aurora, esa diosa que regala amaneceres tras los sueños y ¡zas!
    Siempre me vengo de ahí,con un nuevo amanecer!
    Pilla que es una, qué vamos a hacer,ja,ja,ja
    Es un mágico lugar que no todo el mundo aprecia, por eso no encuentran el camino.
    Con esta música además, no tiene pérdida.
    ;)
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. También suelo a ir a ese mercado y me enredo en el puesto de las ilusiones tienen tantas , tan vistosas..., con esos colores tan atrayentes... que es difícil apartarse de allí sin probarlas todas, quizás por eso no te he visto por allí, pero ahora sabiendo que eres uno de sus asiduos, estaré pendiente para que me acompañes algún día en mi recorrido.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Pues sí que es bonito este mercado, y existe, ya lo creo, y las reflexiones del final son preciosas, no es lo mismo, ¡claro que no es lo mismo!, ni mucho menos, ni comparación...soñar, es imprescindible para el alma.
    Te dejo algo para este mercado:

    Leer y sentir un poema, nos hace soñar, hacia arriba, arriba:

    Dame el ocaso en una copa,
    enumérame los frascos de la mañana
    y dime cuánto hay de rocío,
    dime cuán lejos la mañana salta,
    dime a qué hora duerme el tejedor
    que tejió el espacio azul.

    Escríbeme cuántas notas habrá
    en el nuevo éxtasis del tordo
    entre asombradas ramas,
    cuántos caminos recorre la tortuga,
    cuántas copas la abeja comparte,
    disoluta del rocío.

    También, ¿quién puso la base del arco iris,
    también, quién guía las esferas dóciles
    por juncos de azul flexible?
    ¿Qué dedos atan las estalactitas,
    quién cuenta la plata de la noche
    para saber si nadie está en deuda?

    ¿Quién edificó esta casita albana
    y cerró herméticamente las ventanas
    que mi espíritu no puede ver?
    ¿Quién me dejará salir un día de gala
    con implementos de vuelo,
    fugaz pomposidad?

    (Emily Dickinson)

    O escuchar esta maravilla que hoy me mandaron por correo "mis niños" de catequesis, son muy ricos; al cielo, directamente, me llevaron (es un Réquiem, se acordaron y se adelantaron al día de los santos, porque en enero murió mi padre):

    Anna Netrebko: Pie Jesu (Requiem) by Lloyd Webber

    (es el vídeo que tiene un paisaje, es muy bonito).

    Un abrazo. ¡Gracias por el paseo y la música! Cada día, encontramos maravillas en este mercado, solo hay que estar atent@.

    ResponderEliminar
  4. ay!! Como es que soy la única aquí a ignorar, que hay un mercado de sueños... Pero estás seguro que se puede comprar cualquier sueño?? Resulta que no necesito nada más que uno: Y creo que no se puede ni comprar ni vender...

    Esta noche me desperté, a eso de las 4, 00 h. Llamé con mi timbre, vino mi hija, le pregunté, "que es lo que tengo en la mejilla?" ella me miró, pasó su mano y dijo, "duermete mamá que no tienes nada."
    Puede ser que me enviaras uno de esos pétalos -- beso??
    Cuidate mucho amigo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares