Lo importante es caminar.


Dicen que en esta, nuestra enfermedad, lo más importante es caminar, andar, no dejar de moverse. Pueden que tengan razón. Sabios tienen el mundo y no seré yo quien les contradiga. Pero, cuando me dicen esto, me gusta recordar a Manuel. Es una historia que me explicaron y yo cuento:

Él tenia sesenta años, llevaba más de veinte con la EM diagnosticada pero, como solía decir, había tenido suerte. La enfermedad le había respetado bastante y no había tenido muchos brotes. Su vida transcurrió entre el devenir de la casa al trabajo ida y vuelta. Sus hijos, tenia dos, se hicieron mayores sin que se dieran cuenta ni él ni su mujer. Nada fuera de lo normal.

Sin embargo fue al quedar solos cuando las cosas empezaron a torcerse entre ellos. Manuel solía decir que ella no había aceptado muy bien el echo de que los hijos hicieran su vida.

Al principio, los dos, daban largos paseos juntos. Ella le repetía que caminar era muy bueno para su enfermedad. Él asentía y caminaba junto a ella pero notaba que, cada día, le costaba mas esfuerzo dar el siguiente paso.

Manuel no recuerda como paso pero ella quería dejarlo. Un buen día le dijo que necesitaba estar sola unos días para poder poner en orden su cabeza. Manuel la escucho y siguió andando. Cada día le costaba más dar el siguiente paso y no había tenido la valentía de comentárselo.

Ella marcho unos días al norte de donde era originaria para aclarar sus ideas, le dijo. Era un día gris de otoño. Manuel, como otros días, se sentó solo en el banco mirando a la playa. Estuvo un rato como cada día, se levanto pero ese día no giro para atrás sino que continuo andando hacia el mar. Le costaba dar cada paso, pero andaba. Noto como las olas mojaban sus pies pero continuo andando. Oyó unos gritos tras de si, pero dio otro paso. Él sabia mejor que nadie que lo importante es caminar.

El final de la historia lo dejo en las manos de cada uno. Por que seguro que cada uno tiene alguien a su lado que con una pequeña charla, mientras caminas o mientras estas sentado, seguro evitas historias como las de Manuel.

Este pensamiento lo escribí, y publique, en Octubre 2010. Lo he recuperado porque, como dice la canción que estoy escuchando," todos los finales son el mismo, repetido".

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Ruido (Joaquín Sabina)


Comentarios

  1. Hay que caminar siempre, amigo, hasta caer agotado y siempre por tierra firme. Con las piernas o con el cerebro, pero caminar.

    Un saludo.

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  2. Tu entrada me ha hecho pensar. Cierto es que se debe caminar, pero yo me pregunto ¿hacia dónde?...Eso de caminar diariamente sin un destino concreto, es igual que navegar sin marcar en la carta de navegación un rumbo fijo.

    Y hablo con conocimiento de causa ya que en primer lugar, he sufrido dos infartos y mi doctora me recomienda que mueva mi esqueleto a diario, pero yo tengo el síndrome del "escaparate",

    Si te preguntas qué es eso, te puedo asegurar que cuando salgo a mover las piernas y me tengo que enfrentar a una cuesta arriba, me detengo en el primer escaparate que tengo a mano. Lo que exponga ese escaparate es lo de menos. Simplemente me paro frente a él para recuperar fuelle y dar descanso a mi esqueleto.

    El pensamiento que describes sobre Manuel, me ha impactado emocionalmente porque durante toda mi vida profesional, la mar ha sido mi hogar y de igual forma ha sido y es mi madre espiritual, por lo que llegada la hora final de cualquier marino, creo que a todos nos agradaría reposar en su seno.
    Lo que sí sé, es que mis cenizas reposarán en el Mare Nostrum.

    Saludos cordiales.

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  3. Caminar y si es posible en compañía para que el camino que es de por sí duro, se haga más agradable.
    Creo que la peor E.M. que hay es la del alma.
    Afortunadamente tú no la tienes.

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  4. Josè... " Lo importante es caminar "

    Sabes voy a Aqua Gim, gimnasia en el agua, para ti nosè si es recomendable... no has averiguado ?
    Aparte he comprado una cinta caminadora, me ha salido un quiste de Baker detràs de la rodilla izquierda.
    Un dolor impresionante hasta he llegado a usar un bastòn, ahora se me ha ido diluyendo..me a quedado dolorida, pero la cinta la uso como dicen que hay que caminar, pero no me ha quedado como antes la rodilla, se me enoja cuando la hago caminar jajaj
    Sigue para adelante con mucho entusiasmo y màs que se nos termina este año, no lo despreciemos por el nuevo jaja

    un besote

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  5. Sinceramente, asusta un poco el pararse a pensar las limitaciones que tendremos que ir asumiendo. Pero a mi, por lo menos, lo que más me preocupa es como nos va a afectar en el plano emocional. Supongo que va a depender de muchos factores impredecibles.
    Ya iremos viendo...

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  6. En serio, hay que caminar? Es que no sé mucho de E M, en realidad no sé nada. Solo sé que la esposa de Manuel, no debió marcharse al norte dejandole solo. Él necesitaba su mano...
    Como pudo irse?? Nunca podré entenderlo...
    Un beso / cuidate mucho.

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