De las miles de músicas.

Hay numerosos estudios que indican que empezamos a aprender en el vientre materno. Y, no me cabe ninguna duda, la primera música que escuchamos es también en ese maravilloso escondite del juego eterno. Así pues puedo afirmar, sin riesgo a equivocarme, que la primera música que escuche fue una copla. Mi madre, andaluza desde la noche de los tiempos de su nacimiento, no paraba nunca de canturrear coplas por todas las estancias de la casa. Después la copla se escondió en otro lugar y, cosas del diablo de la música o de la edad, crecí y me hice rockero. Pero, las notas tienen esa magia, mis oídos siguieron oyendo.

Y no solo escuche el sonido de una guitarra eléctrica en un blues que encogía mi alma, también escuche una guitarra flamenca que me transportaba al quejio de un sentimiento. Y soné con una milonga, me estremecí con un fado, baile con el sirtakis de Zorba y descubrí las lágrimas de algunos adagios. Giré los pies tan rápido, como el rayo, en el tango que nunca supe bailar pero que, siempre, sorprende a quien lo sabe mirar. Y es que estoy hecho de mil músicas, como bien me dijisteis tod@s, como de mil lecturas y mil escritos, de mil soles y mil cielos que no recuerdo. Por eso hoy quiero dedicaros una canción, de donde nací, y que escucho por una sencilla razón. Hay una pregunta de las que hace, cuando la oigo... aun me estremece el corazón. Por eso es tan sencillo que, hoy, quiero compartir esta música que anda por algún rincón de mis neuronas, lacerandome el recuerdo.

Mientras escribo este pequeño laberinto de palabras, estoy escuchando: Dime (Lole y Manuel)...y todavía me estremezco.

Comentarios

  1. A mí también se me estremece el alma de oirla ¿Es Lole o su hija Alba?

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  2. Es precioso eso de estar hechos de miles de músicas,me ha encantado porque siento que es así,que es verdad.
    Yo,como tú,también escuché copla aún antes de nacer desde la voz de mi madre,seguí haciéndolo a la par que mis hermanos me llevaban por otros derroteros,continué cuando bailar se me apoderó y sigo escuchándola a mi alrededor a golpes de sentimientos.
    Sin desmerecer ninguna,porque todas tienen su momento,su espacio vital,como esta emotiva que nos dejas en esa voz andaluza,como la sangre que corre por mis venas.
    Besos.

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  3. Ahora que lo dices, me viene el recuerdo de mi madre, siempre cantando mientras realizaba las tareas de la casa. (da-me o braço anda daí, vem porque eu quero bailar, bailar abraçada a ti, até a noite acabar...) y sigo cantando en mi cabeza, mil músicas...
    Gracias Jose Antonio.

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  4. Mi madre también me dejó esos recuerdos de canturreos, nunca se olvidan. La musica de tu tierra me gusta especialmente y tienes razón, estremece oirla
    Bsss

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