La primera vez que vi tu cara.

Alberto no dejaba de mirar hacia la mesa situada enfrente de él. Hacia mucho tiempo que frecuentaba aquel restaurante y no era la primera vez que la veía. Era una mujer joven. Morena, con una serena belleza. Unos ojos negros que parecían querer hablar. Mientras degustaba el menú no dejaba de mirarla. Sabia que, ella, se había dado cuenta pero no le importaba. Estaba completamente hechizado con aquella imagen desde que la vio. Le despertaba sentimientos que creía enterrados. Desde el primer día que la vio. Soñaba con que, el verbo, se hiciera voz.


Una vez terminado, como hacia siempre, Alberto se levanto cogió sus muletas y se dirigió a la salida. Pasaba por delante de la mesa. Mil y un pensamientos le asaltaron en el pequeño, enorme según pensó él, trayecto que había entre mesa y mesa. Al llegar a ella, se detuvo y quiso armarse de valor pero dio un paso mas con la muleta. Y luego otro, mientras maldecís su suerte. Su cobardía. Una vez mas no se atrevió. Quiso pero la garganta, como otras veces, asesino a las palabras que de ella querían surgir.

Y se fue, llego a casa y se puso delante del ordenador. A jugar, o viajar, o volar o ser lo que no era, lo que nunca había sido.Pero algo había cambiado dentro de Alberto aquel día. No podía apartar la cara de aquella mujer, su belleza. Su extrema serenidad. Le había golpeado donde mas dolía y maldijo su enfermedad. Maldijo la Esclerosis que le robaba su juventud, su vida, su esperanza, su mañana, su ayer. Arrojo lejos de si una de las muletas y lloró como nunca antes lo había hecho. Lloro porque quería extraer el agua de su cuerpo y secarse con cada lágrima. Y lloro.

Al día siguiente Alberto fue, como hacia algún tiempo, al Hospital a pincharse. Odiaba aquellos días, le dejaban especialmente destrozado. Pero al menos se distraía, pensó, con las historias que le explicaban las enfermeras. Entro en la Sala y la enfermera lo sentó. Como siempre. Comezón con el "tan querido pinchacito". Dejo que su mente discurriera por allá donde quería llevarle, entre la fantasía y la realidad. Estaba perdido en la selva de sus pensamientos, entre algún rugido de dolor, cuando la enfermera le interrumpió:

- Alberto, te presento a Ángela, empieza hoy el tratamiento. Espero que os llevéis bien el tiempo que estéis juntos.

El corazón parecí querer salirse por la boca.Alberto contuvo la respiración. Aquella cara la tenia grabada en sus ojos, era el sueño con el que no se atrevió a pronunciar palabra alguna, era la esperanza, el ahora y no el mañana, el que importa la Esclerosis si me has regalado la vida. Era el silencio, el tumulto, el llanto, la alegría, el principio, el final, el aire que le faltaba....era ella....

La vida, dice la canción, te da sorpresas... ¿ que quieres ser,para los demás, alegría o dolor?. Siempre escogí alegría, quizás me equivoque pero que se yo...porque esta historia tan adornada por mis dedos, al caer con estruendo y torpeza sobre el teclado, no esta tan lejos de la realidad. Y es un canto a la esperanza porque me recuerda,si lo olvide alguna vez, que el Amor no padece de Esclerosis.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Angie (The Rolling Stones)

Comentarios

  1. La has decorado de manera preciosa,pero lo que más me gusta es pensar que tiene un trasfondo cierto y el amor ha llegado a Alberto o a quien lo ha decorado.
    El amor lo puede todo y hay que disfrutarlo sin más.
    Se/te lo deseo de corazón.
    Besos.

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  2. Bonita historia la de Alberto y la mujer morena. Menos mal que se han encontrado, no me hubiese gustado nada que sufra. Pese a mi sentido de la realidad, no me gustan las historias que acaban mal.
    Hasta pronto.

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  3. El amor no tiene esclerosis, es cierto. Sigue eligiendo la alegria siempre. un abrazo

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  4. el amor llega y si bien no lo cura todo, lo hace parecer..

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  5. Josè..." La primera vez que vi tu cara "

    Me ha atrapado leer tu relato... dicen que los sueñor se hacen realidad...y lo tuyo no era un sueño la habias visto en persona, y que felìz has terminado esta pequeña historia con un gran amor.

    ¡¡¡Bellìsimo !!!

    un beso desde Argentina

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