Un ratón muy especial.


- ¿Que hace ese ratón en la salida?,¿por que no inicia la carrera como el resto?
- No es la primera vez que lo hace. Su comportamiento es distinto al resto de ratones.

- ¿Quieres decir que no se dirige al centro del laberinto por el queso?.
- No, nunca lo hace.

El jefe del laboratorio se quedo pensativo. Era la primera vez que algo así le sucedía en una prueba de tal envergadura.

- Quitar al resto de ratones, del laberinto, y duplicarle la dosis.

Así lo hicieron los ayudantes dejando el laberinto solo con el ratón, esta vez con dosis doble de droga. El ratón no se inmuto, permaneció en la salida del laberinto sin dirigirse hacia el centro, donde esta el queso.

- Debe estar enfermo.
- Ya hemos comprobado esa posibilidad y esta tan sano como el resto de los ratones. Pero, como le dije, cada vez que iniciamos la prueba apenas se mueve de donde esta. En ocasiones, si no fuera un ratón de laboratorio, diría que hasta me mira desafiante.

El jefe de laboratorio no daba crédito a lo que le decían, ni a lo que veían sus ojos. El ratón permanecer impasible, en la salida, sin mover un músculo. Tan solo mirando a uno y otro lado de las paredes que le rodeaban. Se sentó mirandole mientras una idea surgía en su cabeza. No, pensó, es descabellado. Pero esa idea se le abría paso en su mente arrasando, como una marabunta, cualquier otro pensamiento.

- Abrir el laberinto -grito – y dejar una vía de escape.

Los ayudantes se miraron, ante la extrañeza de la orden, pero obedecieron y quitaron una de las paredes del laberinto, de esta forma quedaba abierto. Se quedaron todos en silencio, esperando una nueva orden cuando, de pronto, el ratón comenzó a correr. Corría y corría, como nunca lo habían visto, a través del laberinto. No titubeaba en ningún recodo, en ninguna esquina y parecía conocer el laberinto como algo propio.

Todos se quedaron maravillados viendo al pequeño ratón correr y correr, hasta que llego donde el laberinto no tenia paredes. Y siguió corriendo, por la mesa del laboratorio, la bajo y finalmente se escabullo por debajo de algunos muebles junto a la pared.

El silencio fue atronador. Lo que habían visto era sencillamente inexplicable. Nadie pudo articular palabra alguna. Finalmente alguien dijo: “Si no fuera un ratón y estuviera manipulado con drogas, diría que tan solo buscaba la libertad”.


Hoy tenia dolor de cabeza y, seguro, me tome alguna pastilla de más. Solo quise salir del laberinto y corrí, corrí. Pero sentí que no corría solo, junto a mi había más ratoncitos a los que nos les gusta el laberinto donde, desde hace algún tiempo, nos quieren hacer correr.

Esta canción es para todos los ratóncitos que buscan y buscan:
Blowin' in the Wind (Bob Dylan)

Comentarios

  1. Estupenda reflexión, qué buen ejemplo. La vida en general es un laberinto. Parece que no elegimos y estamos atrapados. En fin, va por días.

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  2. Maravillosa reflexion para reflexionar EL RATON QUERIA LIBERTAD. ANIMO

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  3. Me ha encantado tu reflexión. A mi particularmente me hubiera gustado hoy sentir esa libertad. Un saludo.

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  4. No solo de pan vive el hombre, es el refrán que acude a mi mente, aunque no sé muy bien porqué...
    Tal vez el desden del ratón por el queso, él quería libertad. Libertad, me encanta como suena y hasta la forma que tiene escrita...
    No corrías solo Jose Antonio, de eso estoy segura.
    Hasta pronto.

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  5. Hola José Antonio, te he encontrado en el blog de Irene, y quería decirte que admiro profundamente tu optimismo y la paz que transmites en lo que he leído.
    Es cierto que la vida es un laberinto... pero con la esperanza por faro, podemos avanzar hacia nuestros sueños.

    Mi saludo y una lluvia de felicidad para ti.

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  6. Me ha gustado mucho tu reflexión y me ha hecho pensar, ciertamente, solo buscamos libertad y no la conseguimos, estamos en un laberinto
    Bsss

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