Hoy...tal vez mañana.

Llega el tiempo donde la noche se adueña de los colores del día, donde las penumbras se hace cada vez mas hueco entre el Sol y la Luna. Donde, dicen, que habitan las almas que la melancolía ahogo entre pequeños y desgarradores gritos de auxilio. Donde viven, atrapados, los sueños de quienes no quisieron despertar. Llego el otoño y, con él, se fueron los gritos, la algarabía de quien vive el minuto como si fuera el ultimo y se desespera cuando pasa sin haber sido capaz de atraparlo.

Llega el tiempo en que, dicen, los poetas escribían sus mas bellos versos en las largas noches esperando el nuevo día. Donde las esperas se acortan aunque el reloj eterniza las mismas horas, las languidece en un perpetuo tic-tac. Los colores van cambiando ante nuestros ojos, lo percibimos, somo capaces de verlo. Ahora si, antes no porque nada cambiaba en nuestra vida. Solo el horario de invierno. El resto seguía igual, parecía imperturbable. Ahora no. Somos capaces de ver el cambio. Somos capaces de oír el latido de nuestro corazón. O sentir nuestras manos al escribir o parar una lágrima antes de que atruene contra tu mano. Somos capaces de hacerlo. No se como, pero se que lo hacemos.

No decimos “tal vez mañana te diga algo, te lo miro, te lo hago mañana”. No...hoy lo sentimos como rió que fluye y torrente que nadie puede parar. Y hoy, alcanza todo su significado. No es adverbio de tiempo, es el tiempo...de cada uno y no dejamos que se nos escape. Lo retenemos, junto a nosotros y no paramos. Dejamos sin sentido el "quizás" y hacemos explotar el "ahora". No quiero parar, no quiero dejar de progresar en el conocimiento de mi mismo. Y de los demás. Y libero mi ser del sin sentido del tiempo y dejo que se funda en la palabra escrita, a fuego, en la distancia por otras manos, por otros sueños. Pero que,hoy,van directas a mi corazón para despertarlo del largo letargo de inviernos pasados.

Lo sentimos, cada corazón de tiempo, cada ser que nos mira. Sentimos su poder en cada palabra que queremos expresar, cada una de ellas empuja a la otra como un castillo de arena que se desmorona...pero que te hizo ver y disfrutar de su hermosura.Y, tal vez, es porque aun en la distancia algo nos ha fundido en un abrazo de fuego que no sabe de mañana y si de hoy, que no sabe de enfermedades y si de sentimientos. Que no sabe que fuimos pero si que somos. Tal vez mañana no recuerde que escribí... pero se lo que estoy sintiendo hoy al escribir. Y no recuerdo si ayer tenia este sentimiento, tal vez mañana me despierte con el. Pero hoy...

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Everybody Hurts (REM)

Comentarios

  1. Jose Antonio, Animo y fuerza, todo llega, estoy mejor. un abrazo

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  2. Casi de repente el hoy ha dejado de ser invisible para nuestros ojos, ha dejado dejarse ocultar por el mañana o por el ayer.

    De repente hoy me he dado un poco más de cuenta de algunas cosas en las que no me había dado cuenta antes. Y eso ha sido gracias a ti.

    Un fuerte abrazo.

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  3. Muy profundo!!!! Mucha fuerza para hoy y para mañana, para el ayer no la necesitamos.

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  4. No sé porqué tengo la intuición de cierta melancolía tuya en el momento de este escrito...
    El otoño es mi estación favorita, siempre la viví como un reposo tras la agresividad del verano, principalmente desde que vivo en Sevilla. No sé si quieres decir que consecuencia de la EM ahora eres más consciente de la hora que pasa... Tal vez no he captado tus sentimentos, pero como siempre un placer leerte.
    Ha!! Bienvenido a R. B. E.
    Hasta pronto.

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  5. BUENA RESPUESTA EN MI BLOG DE MIS COSAS DEPENDE, UN ABRAZO

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