La rabia.


Escucho  como habla un político de la democracia, cuando día tras día la tratan como una furcia sin rostro, sin nombre ni hijos que la protejan. Otra política habla de recortes en educación y, acto seguido, pide una policía autonómica (dinero para reprimir, pero no para educar). Veo como las aves de rapiña vuelven a despedazar un país en su nombre. Como los seres humanos se disparan los unos a los otros bajo la mirada de no sé qué piadosos Dioses. Y se frotan las manos pensando en los dividendos, no en las vidas de quienes quedaron.


La mirada de una madre se clava en mis ojos, pidiéndome ayuda mientras sostiene a su hijo hambriento. Oigo la noticia como quien oye llover, como un rumor lejano que parece no ir conmigo. Y mi rabia quiere salir.  Siento la muerte de mujer con la letanía:”con esta son ya 32”. Y tampoco, esta vez hice nada, como hombre que soy o fui,  porque algo mío muere con ella. Y hablan de cierres de hospitales, de austeridad en las administraciones. De dinero, de glamour, de fútbol, de arte, de cine, de amor, de odio y al final… buenas noches, hasta mañana.


Y siento rabia pero la Esclerosis me ha quitado ese privilegio. Quiero gritar basta, salir corriendo y decir gritando que paren esa mentira, que ayuden a la madre, que paren la mano del asesino, la voz del violento. Pero me he quedado sin rabia, no puedo alzar mi brazo, no como antes con la energía de quien para un golpe.  No me sale el grito de rabia, solo una lágrima en su lugar no sé muy bien si por lo que vi o por el esfuerzo de levantar el brazo. La rabia se me quedo dentro.  Esto no lo escribo hoy, ni ayer, sino cuando la rabia dejo que, al menos, aporreara el teclado, porque seguí viendo lo mismo otra noche en otra televisión. Y deje mi rabia dentro de mí.


Es la primera vez que Esclerosis me hizo tragarme la rabia pero, soy muy terco, sé muy bien como sacare esa rabia fuera de mí. Porque hay muchas cosas en esta vida en las que aun puedo decir una palabra, narrar un sentimiento. Porque la rabia no se quedara en mi interior sin estar invitada y aprenderé a centrarla y echarla fuera de mi. Y hay muchas cosas, en este mundo, para gritar ¡basta!  con rabia y no quedarse al margen.

Y este fue mi primer escrito desde la rabia, desde el interior de mi estomago, cuando alguien decía: “Esto es lo que hay”.  Y la rabia salió.

Esta canción es del año 1979. El Heavy siempre me ha ayudado a sacar mi rabia. Si tú no tienes, no la escuches porque puede ser muy fuerte para tus oídos. En ocasiones, para que te escuchen, hay que hacer "ruido" y Mozart, que me gana en otros momentos, no me sirve para expresar la rabia.
Coast to Coast (Scorpions)

Comentarios

  1. Anónimo9/07/2011

    ¡Muchos ánimos y un abrazo muy grande!

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  2. ¡¡¡Estupenda canción!!! Si sirve para echar fuera la rabia escúchala todas las veces que haga falta. No sirve para nada, por desgracia la rabia no sabe solucionar las cosas, que tan mal están.

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  3. Esto es lo que hay, y nos enfademos porque puede ser peor. Entiendo tu rabia, yo ya no se como calificar esto, pero claro hay quien piensa hacerlo mal cuesta menos que hacerlo bien. un abrazo

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  4. Comparto tus sentimientos y pensamientos, aunque por razones de salud tampoco puedo permitirme el lujo de sentir rabia.

    Hay tanto dolor y tanta injusticia en el mundo que demasiadas veces me sobrepasa.

    Gracias por tu comentario, he estado sin publicar estos días porque me quede sin internet en el campo.

    Anoche ya volvimos a casa y me ha dado mucha alegría leer vuestros comentarios esta mañana.

    Aunque soy de alma risueña, la parálisis facial me impide dedicar sonrisas a los que tanto quiero.

    Pero creo que ellos ya intuyen mis risas y mis sonrisas aunque sean invisibles para algunos ojos.

    Un abrazo.

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