Intemporal
Intemporal.
(Del lat. intemporālis).
Se me ocurren muchos ejemplos para poner, como intemporales.
Palabras que salieron de una garganta y no fueron recogidas por oído alguno.
Miradas que se perdieron en la noche al encontrarse con los ojos que le dieron
vida. Hojas que cayeron de árbol y nunca tocaron tierra. Pasos que iban a una
cita y se quedaron en un quizás. La
música que suena en los oídos de cada cual cuando, cada cual, siente la vida o
la añora o la llora. O siente el momento en que vuelve a escuchar, de nuevo, esa
canción que nuestra cabeza almacena junto a un recuerdo. Cosas intemporales que nadie puede definir.
Nadie puede
definir que siente un corazón ante el miedo de una perdida. Ni el dolor del
alma ante una ausencia. Ni que sienten tus ojos cuando miras un amanecer y dos se convierten en uno, sin mediar
palabra alguna. Nadie siente lo que tú sientes cuando un niño se ríe, tras una
noche de llanto. Nadie. Es intemporal, no pertenece a ningún tiempo porque, en
esos momentos, tú detienes el tiempo.
Nadie puede definir nada de nadie, ni sentir lo intemporal
de otra persona. Esos momentos en que el tiempo se detiene, que nada puede
perturbar... ¿ Por qué nos empeñamos, una y otra vez en decir “te entiendo”,
“te comprendo”’?. Veo una rosa crecer y
siento daño cuando alguien la corta. Pero no sé lo que siente quien la corta.
Sé que es amor por cuidarla, pero es diferente al que yo siento. Trata de explicármelo pero
me sigue haciendo daño cuando vuelve a cortar una rosa. Y, sin embargo, cuando no dice nada, calla, la
corta y me la da con una sonrisa me estremezco. No sé explicar porque, siento
la rosa como parte mía, el dolor y la belleza. ¿Como alguien puede sentir lo mismo que yo en ese momento?.
Lo sé cuando me miran a los ojos. Se quien siente lo mismo y
quien utiliza la frase para callarme. Lo he sabido siempre, no sé cómo, pero se
quien tiene empatía y quién no. Quien
escribe desde el corazón y quien desde la razón. Quien se detiene a degustar un
plato de intemporalidad y quien engulle el tiempo que le marca el reloj. Espero
que alguien entienda, hoy, de que estoy escribiendo. Hoy he parado mi tiempo.
Este escrito tiene fecha, hora y posiblemente caducidad. Lo que he sentido al
mirar a los ojos de una persona, no. Ha quedado entre el tiempo y el espacio. Allá
donde solo yo, quizás algún otro día, puedo acceder a la intemporalidad de esa
mirada. ¿Lo has sentido alguna vez?.
La música, de este vídeo, quizás te ayude a entender. No
estoy escribiendo sobre la EM, sino de otros sentimientos. Cada cual con el suyo. Gracias por tu sonrisa. Intemporal, no la veo pero la siento. Disfruta del momento, intemporal. Siéntelo.
precioso con que pàlabras tan hermosas das el relato y encima es verdadero yo asi lo siento
ResponderEliminarNo sé si puedo decir "Entiendo" cuando tú mismo adelantas q eso es imposible... Nunca me detuve a pensar en la intemporalidad, pero me resulta muy interesante lo que dices. Podría ser intemporal este momento en que decido seguir tu blog??
ResponderEliminarAdilia.
He sonreído al leerlo. Espero que lo hayas sentido aunque no lo veas.
ResponderEliminarSe ha detenido el tiempo mientras te leía y mi sonrisa se amplió aun más cuando vi el video y la expresión de esas almas orientales desnudandose en el arte la maravillosa música. Te felicito y me quedo leyendo por aquí si me lo permitís
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